¿Conoces el concepto detrás de una batería? Una batería está compuesta por una o más celdas que pueden almacenar electricidad para que podamos usarla más tarde, como encender una luz usando una linterna o cargar nuestro teléfono. Las baterías de flujo son un tipo único de batería que utiliza líquido para generar energía. El líquido que contiene el electrolito se almacena en tanques grandes fuera de la batería. Este diseño es lo que hace que las baterías de flujo sean diferentes a otras con las que podríamos estar más familiarizados. Cada tipo de batería de flujo tiene dos componentes, o cámaras: una para recibir el líquido y otra desde donde fluye hacia afuera para cargar, como este. Es debido al flujo de ese líquido que se genera electricidad de una manera diferente.
No se puede depender indefinidamente de las fuentes tradicionales de energía (como el carbón, el petróleo o el gas natural). Dado que nos estamos moviendo hacia un estilo de vida más sostenible y una tierra más limpia, usamos energías renovables como la solar (del sol) y la energía eólica. Aunque estas fuentes son excelentes para el medio ambiente, no siempre funcionan las 24 horas del día. Por ejemplo, el sol no está disponible al anochecer ni al amanecer, y el viento tampoco sopla siempre. Aquí es donde entran en juego las baterías de flujo, para ayudarnos. Las baterías de flujo — aquellas que pueden almacenar energía a largo plazo y reutilizarse, capturando energía cuando hay abundancia (¡sol! ¡viento!) y liberando electricidad cuando la necesitamos (¡noche! ¡días calmos!). Estas plantas son un buen complemento para la energía solar y eólica. Así que sabemos que podemos confiar en una fuente de energía limpia mientras siempre tenemos suficiente energía para alimentar nuestras casas y escuelas.
Solar: La energía solar es una fuente de energía limpia y renovable, además ayuda a reducir la perturbación de nuestro clima y el uso del agua. Pero necesitamos algo para almacenar esta energía para su uso posterior. Aquí es donde las baterías de flujo vienen en nuestra ayuda. Podrías almacenar energía procedente de tus paneles solares o turbinas eólicas durante el día cuando estas fuentes producen electricidad. Luego, por la noche o en días sin viento con nubes bloqueando la luz solar, las baterías de flujo pueden devolver esa energía almacenada. Esto ayuda a desmentir el mito de que solo tenemos energía cuando el sol está brillando o el viento está soplando, ¡y está generando dinero para todos!
Las baterías de flujo tienen mucho sentido para el almacenamiento de energía, y hay mucho que recomendar. Una de las cosas que las hace mejores es su duración — ¡hasta 20 años! En otras palabras, no tendremos que cambiarlas muy a menudo. Las baterías de flujo no tienen líquidos dañinos, por lo que no se incendiarán, lo cual es importante para mantener nuestras casas seguras. Se pueden escalar fácilmente hacia arriba o hacia abajo para ajustarse a los cambios en nuestra demanda de energía: más potencia durante los horarios punta, menos reserva cuando las cosas están tranquilas. Además, las baterías de flujo se pueden descargar completamente hasta cero sin dañarse, lo que las hace muy confiables y adecuadas para muchas aplicaciones. Es esta fiabilidad la que nos permite siempre tener electricidad cuando sea necesario.
Aunque las baterías de flujo son una tecnología emocionante, aún queda trabajo por hacer si se quiere ver una adopción más amplia. Por supuesto, un problema es que son más caras que otras baterías, por lo que no todos pueden permitírselas. Esto representa un desincentivo para las familias y empresas que desean apoyar las fuentes de energía renovable. Un problema es que las baterías de flujo tienden a ser más voluminosas que otros tipos de baterías, lo que dificulta, al menos en la práctica, ubicarlas en las ciudades donde el espacio puede ser limitado. Este tamaño puede ser difícil de ajustar en los lugares ideales. El líquido también puede atacar y dañar la pared delgada que los separa, lo cual podría afectar la durabilidad con el tiempo.
estamos orgullosos de contar con la certificación CE y TÜV para nuestras baterías de flujo. Nuestros productos cumplen con los estándares internacionales más altos en seguridad y calidad. Estos prestigiosos reconocimientos subrayan nuestro compromiso inquebrantable de ofrecer soluciones solares de alta calidad que generan confianza y confianza.
Hemos expandido nuestras operaciones más allá de las baterías de flujo de las fronteras nacionales. Nuestros productos solares premium se exportan a muchos países y regiones, entre ellos Polonia, Alemania y Austria. La presencia global de nuestra empresa es una reflexión de nuestra determinación inquebrantable por el avance de la energía verde en el mundo.
Con dos baterías de flujo de vanguardia con una capacidad anual de producción que supera los 800 MW, estamos a la vanguardia de la producción solar. Nuestro tamaño y eficiencia nos permiten satisfacer las demandas de proyectos grandes y pequeños, lo que garantiza la entrega oportuna sin perder calidad.
Utilizamos el conocimiento y los recursos de gigantes de la industria como Deye y LONGi para mejorar aún más nuestra oferta. La colaboración con estas empresas nos permite acceder a baterías de flujo e incorporar los últimos avances en nuestras soluciones, ofreciendo una calidad y fiabilidad incomparables.
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